jueves, 11 de junio de 2020

MI ENEMIGO

  
Hay golpes secos 
que me hieren la carne
y otros mojados
que me ahogan el alma.

Gritos de guerra
rugidos de pelea
que me roban la calma.

Causas para empezar
y falta de razones,
 por mucho que las busques,
para agredir
o para golpear.

Ausencia de motivos hay, 
para seguir,
el bucle destructivo
que sin motivación,
no permite entender,
como el supuesto amor
ha llegado a este punto
de destrucción.

Hay horas de terror
para esconderme, asustada,
dentro de mí, 
en mis propias entrañas,
lejos del sol
que sirven de casita
de caracol.

Y otras de regresar, 
desde el fondo del pozo,
para tratar de nuevo
de comenzar

Minutos que se alargan
esperando que escampen
la tormenta de puños
las frases de puñal
y el huracán de sustos.

Y se acabe por fin,
la pesadilla,
y pares.

Y el silencio retorne
acallando tu ira
para poder
aceptar tus disculpas.

Volver a pretender que te creo,
fingir que sé, 
 que lo lamentas
y de nuevo mentirme,
por no sentirme
la mujer mal amada
la que no supo ser protegida
y merecía
ser respetada.

Salir contigo
pasear de tu brazo
sonreír al andar
 mientras camino
lado a lado,
a la sombra,
de mi enemigo.

Isabel Salas